El siguiente artículo publicado en La Vanguardia este pasado 4 de diciembre, de la mano de la aportación de nuestro CEO Oriol Vilaseca, nos habla de una propuesta de mercado y un proyecto de futuro, en el cual, las biorefinerías de química verde y circular, son el principal protagonista.
Gracias al potencial geoestratégico de la conca mediterránea y el corredor del Ebro, el puerto de Barcelona se presenta como un punto neurálgico en la nueva estructura energética europea, como hub para la producción y distribución de hidrógeno verde, con un coste reducido respecto a países del norte de Europa.
Por eso requiere de la alineación de 4 factores para que este vector energético pueda no ser solo una iniciativa:
El despliegue de las energías renovables a gran escala
El desarrollo y mejora de las tecnologías de producción de hidrógeno verde y sus derivados
La construcción de infraestructuras eficientes para su almacenaje
La generación de un mercado maduro que haga que el hidrógeno verde pueda ser competitivo respecto a otras soluciones energéticas menos sostenibles y que no permiten la rotura definitiva con la dependencia de combustibles fósiles de origen extracomunitario.
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